martes, 19 de febrero de 2013

Palma de aceite, foco para inversión


Colombia se convierte cada vez más en un país atractivo para la inversión extrajera. Pero este dinamismo de la economía no solo ha beneficiado a los sectores comercial, industrial y minero, entre otros. Sino que también despertó el interés de los empresarios que hacen parte de la agroindustria.

Colombia se convierte cada vez más en un país atractivo para la inversión extrajera. Pero este dinamismo de la economía no solo ha beneficiado a los sectores comercial, industrial y minero, entre otros. Sino que también despertó el interés de los empresarios que hacen parte de la agroindustria.

El biocombustible de palma africana es uno de los productos que más llama la atención de inversionistas internacionales. Además, Colombia ofrece condiciones geográficas bastante favorables para este tipo de cultivos. Tales como: buenas tierras, agua, sol y una mano de obra calificada. 

En el país también hay una estabilidad normativa, condiciones especiales que generan confianza y aumenta la apuesta de quienes se mueven en el sector. 

De acuerdo con Jorge Bendeck, presidente de Fedebiocombustibles, los biocombustibles son el resultado de la transformación de una materia prima (palma africana en muchos casos).

“En Colombia, por la alta productividad de esa materia prima se utiliza la caña de azúcar para producir etanol combustible, que se mezcla con la gasolina y el aceite de la palma africana, para producir biodiesel con destino a mezclarlo con ACPM de los vehículos pesados.

Sin lugar a dudas, a medida en que los biocombustibles se han venido usando en Colombia con mayores mezclas, los cultivos de caña y de palma han venido creciendo. Hay una relación directa”, explicó.

Lo anterior, sumado a las condiciones que ofrece el sector agro colombiano, es el principal jalonador de inversión para el capital extranjero.

Tanto así que durante los últimos 10 años los cultivos de caña y de palma han mostrado un mayor aumento, en el caso del segundo producto se ha duplicado el área cultivada. 

De acuerdo con Bendeck, esto se ha hecho con el propósito de asegurar la materia prima necesaria, en este caso el aceite crudo de palma, para producir el biodiesel que hoy en Colombia mezcla aproximadamente un 9% con el ACPM y esto representa alrededor de 160.000 hectáreas de materia prima con destino a biodiesel. “Además se siembran unas 30.000 hectáreas de palma adicionales por año. Con esto se pretende, primero el consumo de aceite comestible, segundo la materia prima para producir biodiesel y tercero el excedente para exportaciones”, explicó Jorge Bendeck.

De acuerdo con el empresario, en el país hay poco capital extranjero en este sector, pero los que están presentes han continuado con el desarrollo de la industria y están abiertos a recibir más inversiones.

En noviembre pasado el Ministerio de Agricultura radicó el proyecto de ley para reglamentar inversión extranjera en el sector agropecuario del país. 

“El Gobierno no cree conveniente cerrarle en las narices la puerta a la inversión extranjera en tierras y en agroindustria. Considera, sí, conveniente regularla, establecer un registro riguroso de toda inversión foránea que llegue para saber qué tecnología incorpora, qué empleo genera y qué modernización de la actividad agropecuaria o forestal favorece”, dijo el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo.

Algunas ventajas del nuevo proyecto de ley

En el proyecto se establece que la inversión extranjera en el sector agropecuario y en tierras se permitirá sin poner en riesgo la soberanía y la seguridad alimentaria del país. Además, se regula la adquisición de predios rurales por parte de extranjeros y se evita la apropiación indiscriminada de tierras con propósitos especulativos. Los terrenos baldíos de la Nación sólo serán adjudicados a personas naturales nacionales colombianos y no se otorgará derecho de usufructo sobre ellos. El proyecto de ley contempla, entre otras cosas, la ampliación y diversificación del mercado interno y externo con productos de calidad; promover la generación de empleo en el campo.

Durante los últimos 10 años se han duplicado los cultivos de palma en el país.

Fuente: Agronegocios 

lunes, 11 de febrero de 2013

Sistema de riego, solución para la sequía

Buscar soluciones prácticas y eficientes que garanticen la vida de los cultivos se ha convertido en una necesidad puntual, en especial para enfrentar las prolongadas sequías que han surgido como consecuencia del verano. Sistemas de Microriego
Para ello, los sistemas de riego son una opción variada del mercado a través de la cual no sólo se contribuye al ahorro del agua, haciendo más efectiva la distribución de ésta, sino que permite facilitar otros procesos como fumigar las plantas o irrigar fertilizantes. Pero antes de tomar la decisión de instalar un sistema de riego, es importante tener en cuenta cuáles son las características de cada uno, su funcionalidad y “la necesidad de los cultivos a los cuales se vaya a beneficiar”, como explica Helber Orjuela, gerente de Hidraco, una compañía dedicada a realizar estudios, consultorías y asesoría para la instalación de estos sistemas. 

De primera mano, algunos de los cultivos que más requieren de estas estructuras son la palma, el banano, la caña de azúcar, los frutales y algunas hortalizas. Así mismo, tanto las siembras en invernaderos, como a campo abierto pueden acondicionarse con los sistemas. “Uno podría separarlos en dos: el superficial (El agua se aplica al terreno en la zona más alta y desde allí fluye hacia las más bajas), y el presurizado (funcionan con bombas para la presión atmosférica), explicó Orjuela. En la primera línea, se pueden mencionar algunos sistemas como el riego por goteo, surcos, corrimiento por melgas, o por inundación, en los cuales el agua se deja correr por líneas de tuberías, que cuentan con puntos de salida para que el líquido corra a través de canales zanjados entre las siembras. Estas estructuras se pueden utilizar en cualquier cultivo que se riegue en hileras, como cereales, oleaginosas, frutales y hortalizas. En cuanto a la practicidad, en los casos que se requiere un control más estricto del agua, así como una llegada directa a las raíces, los sistemas de goteo son recomendados, ya que abren puntos de salida sobre cada planta. “El sistema permite economizar agua, porque es un riego con una eficiencia de más de 95%”, señaló Alberto Campo, jefe de Unidad de John Deere Water en Colombia. 

Por otro lado, dentro del grupo de los presurizados, se encuentran algunos sistemas más sofisticados, que “cada vez trabajan con tecnologías más avanzadas, que se acondicionan a las necesidades de cada cultivo o agricultor”, agregó Campo. En este grupo, el agua se distribuye por aspersión, microaspersión, nebulización, entre otros. Las principales ventajas son el ahorro en los costos de mano de obra, ayudan a tener una mayor cobertura, mejor automatización, con control de los niveles y presión del agua. Sin embargo, el acondicionamiento de cada sistema tiene un costo diferente, por hectárea, que varía de acuerdo con la complejidad del mismo. Esto, pues en algunos casos las empresas estructuran sistemas con cabeceras movibles, luces automatizadas o riegos que reaccionan de acuerdo con el estado del clima. Por ejemplo, la instalación de un sistema de baja tecnología, de riego superficial, podría estar costando alrededor de $700.000 por cada hectárea. Por su parte, la instalación de un sistema de alta tecnología, importado, podría estar costando entre $10.000.000 y $15.000.000. “No son usuales, porque son complejos y generalmente van a grandes industrias, pero sí se han trabajado”, asegura el empresario de Hidraco. 

 Las opiniones Alberto Campo Jefe de Unidad de John Deere Water “Algunos sistemas de riego permiten la Disminución de la mano de obra necesaria para la supervisión, porque son automatizados”. Helber Orjuela Gerente de Hidraco “En este momento están muy marcados los efectos del fenómeno del niño, por eso la recomendación es hacer obras drenales y reservorios”.

 FUENTE: agronegocios